«Dos medias lunas hacen un círculo» muestra una parte fundamental de la obra de Romà Vallès (1923-2015), uno de los máximos referentes del informalismo y la expresión abstracta de nuestro territorio alrededor de los años cincuenta y sesenta.
La exposición es un testimonio del tira y afloja continuo entre artista y creación, terreno en el que nunca dejó de explorar. La selección incorpora piezas de las sub-series Colorama y Mundo roto, de las que recibimos los rastros de la herencia visual que, en gestación permanente, creó Romano Vallès. La fuerza y ​​la vulnerabilidad de su estilo, necesarias para llevar a cabo estas transformaciones pictóricas, aparecen llenas de tensiones y convergencias.
Las piezas elegidas se prestan como punto de conexión entre Romà Vallès y Josep Guinovart, el cual también incorpora esta técnica en gran parte de su creación artística. En ambos artistas, el collage, ya sea de imágenes -como en el caso de Vallès- o de objetos -como la madera, el trigo y los rastrojos, representativos de la obra de Guinovart-, nos habla de un mundo marcado por las huellas del ser humano.
Más concretamente, los collages de Romà Vallès transponen fragmentos de periódicos seleccionados de manera consciente e intencional que, junto con la pintura, recomponen por capas la narrativa visual y discursiva de diferentes hechos singulares ocurridos en la década de los sesenta, a partir de los cuales el artista crea una desviación de la realidad comunicada en los medios.
Las imágenes elegidas por Romà Vallès presentan lo que es sensual y lo político como símbolo de los placeres y violencias ejercidos los cuerpos. La intervención del artista transfigura el relato social consensuado que muestra una separación activa entre las categorías mencionadas, a fin de manifestar su unidad, una unidad que aparece en la superficie y que lo hace recuperando algunas de las preguntas compartidas que hemos relegado al plan de lo obvio. Es posible pensar lo que es sensual y lo político como caras de un mismo prisma? Hay una concepción predeterminada sobre cómo debe entenderse el que es sensible? Es aquí donde el gesto artístico nada accidental del pintor modifica, a través de esta ilación material (imagen-pintura) y conceptual (sensual-político), la recepción del espectador.
Desde lo fragmentado, roto y marginal, el collage deja intuir una especie de ejercicio acrobático que investiga y reverbera en el que ya es manifiesto. En las piezas de Romà Vallès uno se ve envuelto en una trama que, aunque sea aparentemente ficticia, plasma la metáfora de una realidad vista a través de la mirada selectiva del artista.