Alrededor del múltiple "Cáscaras" Benet Rossell se vale de la relación entre forma, concepto y palabra, donde el lenguaje poético remite el objeto al concepto -la nuevo, verbalizada como "cáscara", evoca una imagen sugerida por su propia forma, el cerebro- para hacer patente el leitmotiv de esta exposición. Para que el cerebro, depositario de las capacidades biosensitives y biocognitives, del bagaje intelectual, del atlas emocional y del saber hacer artístico, es ahora el centro de un trabajo de aproximación a la propia psicobiología funcional, que Benet Rossell du a cabo en colaboración con un equipo de investigadores de la Universidad de Barcelona.

 

El pensamiento y los mecanismos que lo rigen, la voluntad del artista de confrontarse a sí mismo mediante la experimentación con el propio cuerpo, y asumir con humildad que toda creación se somete a la cadena de eventos físicos y químicos que la generan es, cuando menos, un acto desacralitzador, que pretende acercar el arte a la vida, ya la naturaleza.

 

Así pues, la serie de "Memogrames", caligrafías sobre papel con inclusión de imágenes reales del cerebro del artista, es pues un primer fruto de esta voluntad de apropiación de la propia biología, de la necesidad de profundizar en el conocimiento del origen físico y misterioso, tangible y desconocido, real y oculto del quehacer artístico.

 

Completan la exposición el díptico "Icono" y "Grafía", dos grabados en seco que muestran el alfabeto imaginado de Benet Rossell, y un último grabado, "Like a self portrait", que recoge un gesto espontáneo que evoca un rostro infantil , quizás la imagen del artista cuando ignoraba aunque algunas nuevos pueden ser cerebros.

 

De la biología al hiperrealismo, de la naturaleza a la cultura, de la realidad a la metáfora: conceptual ,, amigo Watson?

 

Cristina Giorgi

Abril, 2001