Albert Bayona 27 Enero Y 20 Febrero 2002
Jordí Jové 24 Febrero Y 20 de Marzo 2002
Gregorio Iglesias 24 Marzo Y 17 Abril 2002

La globalización posmoderna ha llevado el avance de las artes visuales en el territorio de las auras frías, allí donde la fotografía, el vídeo de creación, las artes electrónicas, las instalaciones, o el net-art, han priorizado la desmaterialización del objeto artístico en beneficio del discurso y del concepto, en busca de una influencia del lenguaje creativo en el tejido social.

Al amparo de estas corrientes estéticos, la "pulsión" y "la expresión", que habían sido los fundamentos de la pintura, han restado ubicados bajo criterios subjetivos, con reproches de ser poco determinantes para resolver el descenso de la cultura occidental.

Ahora - además - que las geografías unifican, y las diferencias se integran, Lleida ha visto dimensionar el espectro de sus creadores, iniciando nuevos caminos hacia la internacionalización de sus propósitos, al tiempo que se cerraba el ciclo que la tradición había perfilado de arraigo en la modernidad, en el aislamiento que había significado la vanguardia de los años treinta, el Grupo Cogul, la Petite Galerie, y la época del entusiasmo de los años ochenta.

Albert Bayona, Jordi Jové y Gregorio Iglesias han abastecido la generación detrás de este proceso histórico. Cierran un ciclo y abren otro a la vez. Son, al fin, los ÚLTIMOS PINTORES. Disfrutan del ejercicio de la pintura, conscientes de los peldaños que ésta ha desarrollado en el Siglo XX. Aceptan su legado, e insisten en la vigencia de la expresión cromática. Creen en el acto primigenio de la acción pictural como una manifestación de la interioridad patente. Sabedores de que un final convierte también en un principio.

Josep Miquel Garcia