Francesca Llopis, uno de los nombres de referencia de las corrientes post-modernos surgidos en la Barcelona de los 80, presenta al Petit Espai la exposición Veracruz, integrada por una decena de piezas pictóricas que evocan un cierto exotismo decadente. Una poética de la nostalgia que se estructura a partir de la utilización de un elemento referencial básico: el mantón de Manila. Manipulado y desestructurado, incorporado finalmente al proceso pictórico y, por tanto, redimensionado y reconstruido en nuestra medida. Una reminiscencia de nuestros particulares Veracruz, Manderley o Casablanca. Paisajes para la nostalgia, paraísos imaginados que añoramos y que paradójicamente no hemos visitado ni conocido sino en la ficción