Dos pintores de paredes, dos artistas: Eduardo Sanz y Josep Guinovart. Cuatro localizaciones: Santander, Madrid, Barcelona y Agramunt. París, como ciudad que les dio oportunidades y los ilustró. Ambos, como un Ulises que navega aventurero, buscando técnicas y recursos para no encasillarse en un estilo estable. Y, finalmente, un centro artístico para la posteridad, el Centro de Arte Faro de Cabo Mayor, de Santander, y el Espacio Guinovart de Agramunt.

Paralelismos biográficos entre Sanz y Guinovart y paralelismos artísticos: el mar llega a Agramunt.

Sanz nació en Santander en 1928, un año después de que lo hiciera Guinovart. Su trayectoria artística le hizo investigar con todo lo que se le presentaba, tanto materiales como técnicas; de nuevo, conexiones con Guinovart. En París conoció la obra del artista japonés Hokusai, de la que adquirió la temática del mar, jugando con la abstracción y la figuración, y acercándose, incluso, a toques de pop art. Trabajó con esta temática el resto de su vida.

El azul del Cantábrico y el azul del Mediterráneo; ambos, espacios de vida y de movimiento que se contraponen a Agramunt, con el color de la tierra, del rastrojo y de las amapolas. El mar, como representación de la libertad, ambos artistas lo trataron en su madurez, etapa introspectiva en que uno ya no tiene que demostrar nada y se libera.

Sanz murió en abril de 2013 sin haber expuesto en Cataluña. De este modo, el recuperamos haciéndolo dialogar con Josep Guinovart, compartiendo trayectoria, cronología y temáticas.

Dos artistas de paredes que han acabado siendo un referente en el arte de nuestros días.

Lara Vidal Santorum
Historiadora del arte