Una mañana, Jaume se me acercó y, casi sin respirar, me explicó cómo se remodeló el antiguo mercado del pueblo. El edificio, construido en el siglo XVII, antes de utilizarse como mercado, fue un convento de hermanas mercedarias, y desde el siglo XIX hasta después de la Guerra Civil se usó como escuela municipal. Sin embargo, el mercado, inaugurado en 1948, dejó de estar en funcionamiento durante los años ochenta y cayó en desuso, ya que era un edificio demasiado grande para la cantidad de habitantes que la población tenía entonces, y, poco a poco, van yendo desapareciendo los puestos del mercado. No fue hasta el mediados de los ochenta que decidieron darle un nuevo uso y fundar, con la ayuda de diferentes organizaciones y entidades, una fundación dedicada al arte.

José, el gran impulsor del proyecto, aunque no residía en el pueblo, mantener un gran vínculo desde su infancia y era conocido por todos los habitantes de la comarca.

Don Jaime me cuenta, apasionado, la relación que tenía en José con los espacios del edificio que lleva su nombre: la entrada al templo, las cubiertas de bóveda románica, el espacio-plaza que crea a partir de tres instalaciones gigantes-l'era, la cabaña y el mural-y los «calles» que éstas forman, los accesos a la torre, el sótano, el museo y el espacio pequeño, muy anteriormente hexagonal, como una unidad de espacio dentro de un espacio, dentro de otro espacio, constituyendo así una sucesión cronológica de los mismos espacios o, como él mismo le gusta recordar, como el funcionamiento de las muñecas rusas o las matrioska, dispuestas de mayor a más pequeñas o viceversa.

La sala temporal de exposiciones, llamada espacio pequeño, es un anexo situado en la cuarta galería del espacio central, con un techo más bajo y una iluminación independiente, al que puedes acceder por una apertura en la pared en forma de puerta. En este lugar, donde habitualmente hay tráfico, Antonia se queda sorprendida por la transformación que adopta el espacio pequeño para revisitar el espacio principal. Una conexión intuitiva que Josep plantea cuando un espectador hace una visita y genera una expectativa y una experiencia, la que lo conduce por los diferentes ambientes y accesos de la Fundación.

Aquello a lo que se refería Antonia, y con la lógica de la intuición que José inscribe, es el que presentamos a «Salir antes de tiempo», un trabajo de Luz Broto que se presenta como un ejercicio premonitorio de carácter imposible que inspira un momento tragicocòmic y que especula como un espacio de tránsito vuelve hacia sí mismo. Una intervención consumida en un tiempo comprimido en el que el espectador no tiene la posibilidad de generar alternativas, sino que se impone como una sentencia sin saber cómo es que rebota y se ve expulsa't de nuevo en el universo central de la Espacio Guinovart. Un tránsito ejecutado por parte del visitante con la imposibilidad de generar ninguna otra voluntad ni comportamiento que no sea volver a transitar por los diferentes rincones del antiguo mercado.

Dicho en otras palabras: este ensayo hecho a medida, además de llevar al espectador hacia un lugar inesperado, generar una expectativa incompleta y complementar como espacio en la cadena de espacios sucesivos en el contexto de la Fundación Guinovart, potencia diferentes aspectos que hacen referencia a la imposibilidad como temática que articula el ciclo: el acceso denegado a la totalidad del espacio de exposiciones temporales y la imposibilidad de escapar del pronóstico en el que el espectador se verá sometido.

Así pues, «Salir antes de tiempo» es un trabajo marcadamente inmaterial que se inscribe en el grupo de trabajos right cube, los cuales Luz Broto desarrolla desde 2007 y que categoriza como intervenciones en espacios expositivos modificados para alterar la función y / o el sentido. Desde entonces, mediante similares procedimientos, ha realizado, entre otros, algunos como right cube_03, (2010) donde la institución aceptó desactivar el control de acceso en dos puntos de una sala de exposiciones permitiendo que el público intrépido se desviara, right cube_04 (2010) donde abrió las aberturas de un espacio que llevaban más de veinte años cerradas, dando paso a lo desconocido o right cube_02 (2007); donde en medio de una sala de exposiciones, y sin previo aviso, empezó a caer un líquido negro de la tubería de ventilación que provocó la aparición de un basal negro invasivo, utilizando mayoritariamente procesos de trabajo y de experimentación que le permiten abrir brechas y de filtrar elementos externos y desconocidos en el trabajo en arte.

Los trabajos de Luz Broto tienen un componente imprevisible que fue el causante, una noche después de apagar la luz, de imaginar situaciones que podrían suceder el mismo día de la inauguración, justo después de la misa del domingo de las doce del mediodía :

- Las paredes caen a causa de un taponamiento.

- Se forma una gran fila india para poder acceder.

- Un espectador pide explicaciones de manera violenta al artista.

- Se crea un momento de incertidumbre al decidir entrar por la derecha o por la izquierda.

- Dos espectadores se encuentran en direcciones contrarias y no saben cómo resolver la situación debido a la presión del resto de los espectadores.

- Un grupo de visitantes entra por la derecha y otro grupo, por la izquierda. Al no poder pasar, llaman a los últimos para liberar el espacio.

- Hay grupos de espectadores que, al finalizar la inauguración, no han podido acceder a la exposición.

- Un hombre sale todo rojo.

- Otro hombre tropieza contra una pared.

- Se queda atrapado un espectador que es transportado en silla de ruedas.

- Alguien grita.

- Alguien río.

No pasa nada de eso, sólo los espectadores salen antes de tiempo.

Jordi Antas