Esta exposición quiere poner de relieve dos de los ejes fundamentales del universo Guinovart: las tierras ocres y resecas de Ponent -que conoció de niño, huyendo de la guerra, cuando marcha en Agramunt, de donde era su madre- y los azules insondables - "llenos de plata y de tiempo" - del mar Mediterráneo, que contempló diariamente desde su atalaya de Castelldefels. El anverso y el reverso de su imaginario plástico.

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