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El primer hum脿 va ser un artista

Josep Guinovart

El antropólogo Alexander Alland (1977) definía el arte como un conjunto integrado por el juego, la forma, la estética y la transformación. Fundamentalmente centraba su atención en los elementos de transformación-representación que emergen con una estética lograda (Harris, 581, 1981). En este sentido, la obra de Guinovart está trufada de elementos que pertenecen a esta manera de entender el arte como manifestación primitiva de pulsión primigenia.

El propio artista expresaba en una entrevista realizada con motivo de la exposición Guinovart. Obras del 1948 al 2002 que arte y ser humano son la misma cosa en comunión con el espacio espiritual y el espacio físico: El arte es el hombre, y aquí hay una gran duda, un gran interrogante (...). Con toda pasión, Mondrian manifestaba que el arte no sería necesario cuando el ser humano entrara en la racionalidad, abandonando la naturaleza (...). El arte es el hombre, no es posible entender el espacio espiritual sin el espacio físico. Los componentes de la vida humana se representan a partir de la materialidad, el pensamiento y la ensoñación.

Esta visión del homo sapiens como animal artístico y animal de la búsqueda está presente con una autenticidad plástica y numinosa, desde un caudal imaginativo que permite ir de la imagen cotidiana en la abstracción y de ahí a la creación única y el espacio místico. Esta idea está muy presente en obras como El ojo del Trigo, constelación de Ceniza y Jefes, Amor y Ceniza, entre otras que integran la muestra. El juego de la ambigüedad, de la contradicción, la creación del pensamiento desde el cero iniciático eleva cada obra a una dimensión casi sagrada o litúrgica. En la selección de obra encontramos tres motivos centrales: el cotidiano y lo espiritual como fuente de conocimiento, la apelación a las deidades y en el universo creador y la construcción- deconstrucción constante de ser humano.

El título de esta propuesta está inspirado en el célebre artículo de Barnett Newman El primer hombre fue un artista (publicado originalmente como The first man was an artist, The tiger s eye, n. 1, 1947), donde se manifiesta esta idea de recuperación del gesto poético inicial que empujó al ser humano a buscar más allá del presente hasta el confín del universo y las estrellas para encontrarse a sí mismo; este primer gesto, sin duda, fue el de un artista. Guinovart lo recupera en cada creación, cada motivo artístico es una voluntad de recuperación de este primer gesto humano, de romper y volver a repensar la naturaleza humana, lo que nos conduce al planteamiento del principio: el primer humano fue un artista.

Harris, M. (2009). Introducción a la Antropología. Madrid, España: Alianza
Editorial.

Maria Cleofé Campuzano
comisaria