“El compromiso, el único compromiso posible, es tener conciencia del mundo que nos rodea, ejercer la crítica constante y profundizar esencialmente en el lenguaje; esto hará posible la atemporalidad” aseguraba Josep Guinovart. En muchas de sus obras, las lágrimas nos llevan a su mundo más comprometido y beligerante. También el más poético. Las lágrimas liberan y consuelan. Protegen también. Y denuncian. “Las Decapitaciones están algo vinculadas a toda la tragedia humana, forman parte de la historia del hombre, y Pere Quart me ofrece un pretexto para reflexionar sobre este tema”, afirmaba Guinovart. La guerra de Iraq provoca el dolor de las personas que huyen de ella. De todas las guerras. Y es con ellas, con las Lágrimas de siempre que habitan muchas de las obras realizadas por Guinovart a lo largo de su vida, que hemos querido dar la mano a otros artistas que han trabajado esta imagen tan potente y catalizadora de emociones para hablarnos de sentimientos que son universales e intemporales. Pasado y presente se disuelven en la lágrima; ahí están las injusticias, las guerras, el dolor, el silencio, la incomunicación, los conflictos éticos, pero también las lágrimas no lloradas. Con Guinovart, nos acompañan Jordi Abelló, Núria Corretgé, Carme Masià, Anna Monzó, Lluc Queralt, Amèlia Riera, Carme Sanglas, Tura Sanglas y Jordi Vallès. 

Las lágrimas como señal de vida, “fósiles vivientes”, en palabras de Arnau Puig. “Aunque Guinovart se lo proponga, no puede convertir en vida el arte. El arte tiene que ser, forzosamente, un momento estático en la vida. Tal vez sea esta la mayor tragedia de Guinovart: no poder realizar su arte simplemente viviendo. Para hacerlo debe paralizar, fosilizar la vida. Y efectivamente, en este sentido, sus obras ofrecen estas características de fósiles vivientes: de realidades que ya tan solo llevan con impregnación estratigráfica la vida, cuando aquellos mismos elementos manan en la propia vida: sangre, sudor y lágrimas, alegrías, deseos, satisfacciones, placeres, desengaños”. ¿No es en la propia vida, en la propia lágrima, donde se encuentra todo? Vida y proceso se transforman en imagen, y con ella, nuevas miradas e interpretaciones que las devuelven a la vida… 

Texto y curadoría: 
Glòria Bosch y Susanna Portell